martes, 5 de junio de 2012

EN DELICADO ESTADO DE SALUD TRES OBREROS QUEMADOS EN EXPLOSIÓN DEL POZO PETROLERO EN EL ZULIA


Un nuevo accidente en instalaciones de la estatal petrolera mantiene en vilo a tres familias zulianas. Sus seres queridos están en delicado estado de salud. Mientras tanto autoridades de Petróleos de Venezuela sólo se preocupan porque den alguna declaración a la prensa. Los mantienen bajo amenaza.


Maracaibo.- Tres de los cuatros heridos luego de la explosión del pozo identificado con las siglas CM- 26, ubicado en Casigua el Cubo, al Sur del Lago de Maracaibo están siendo atendidos con las uñas en las instalaciones del Hospital Coromoto, en Maracaibo.

Leonardo Vera, con 51 años de edad, tiene 97 por ciento de su cuerpo quemado. Mientras que Jesús Arturo Gómez Gamboa, vigilante de la instalación, sufrió quemaduras de segundo y tercer grado en el 80 por ciento de su humanidad.  Por su parte Adelis Hurtado está en cuidados especiales por tener casi todo el rostro quemado. Este es el panorama que desde este lunes a las 6.30 pm viven los familiares de estos tres hombres, quienes tienen –según los médicos tratantes- diagnostico reservado.

Hoy tres familias zulianas se lamentan a las afueras del que una vez tuvo la unidad de Quemados más moderna de Latinoamérica, el Hospital Coromoto, de Maracaibo. Su principal reclamo es a la estatal petrolera. Exigen respuestas. Afirman que sus familiares no contaban con los implementos de trabajo y de seguridad necesarios para operar en el pozo,  al cual le hacían mantenimiento a través de la  contratista Wilson Venezuela, que  presta servicios a PDVSA.



Aunque la nota de prensa publicada en el portal oficial de la empresa petrolera venezolana dice que inmediatamente luego de la explosión PDVSA activo sus mecanismos de respuesta para atender en todos los sentidos las necesidades de los heridos y sus familiares, la historia parece ser otra. Pocos quieren hablar, pero sus rostros dicen muchas cosas. Sin embargo, el temor por perder a sus familiares les da valor y contaron a Maracaibo 24 horas la odisea que han vivido desde la noche del lunes.

Uno de los familiares, quien no se identifico por miedo a represalias, comento – con lagrimas en los ojos- el terror que sienten por perder a sus seres queridos. Revelo que el traslado de los heridos se debió hacer vía terrestre. Lo que corresponde a más de ocho horas de carretera del Sur del Lago a la capital zuliana, esto  porque la estatal petrolera no cuenta con un helicóptero para estos casos de emergencia, y tampoco diligenciaron apoyo alguno con las Fuerzas Armadas, con lo que garantizarían una atención precisa justo 20 minutos después de la explosión. Ahora no saben que hacer.

Desde anoche comen lo que entre ellos mismos han podido comprar. Durmieron, muchos, afuera de la emergencia en una banca. Las mujeres presentes lloran sin cesar. y los lamentos se deben hacer casi en secretos. Las autoridades de PDVSA les prohibieron hablar con la prensa. Pero a ellos sólo les importa que sus familiares salgan con bien de esta historia, que pareciera se repite con más frecuencia en la empresa petrolera venezolana.

Por: Carmen Guerra/ Maracaibo 24 horas

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